Recomendaciones
El Racionalismo Cristiano orienta que el ser humano debe vibrar sus pensamientos en armonía con las corrientes del bien-querer y del progreso. De esta manera, es lógico y sensato que guíe su vida a través de valiosos requisitos.
Las siguientes son algunas recomendaciones del Racionalismo Cristiano, contenidas en sus principios y disciplina, que contribuyen a un vivir pleno a los seres humanos:
fortalecer la voluntad para la práctica del bien;
rechazar los malos pensamientos;
cultivar pensamientos elevados en favor de lo semejante;
no desear para los demás lo que no quiere para usted;
extender su ayuda a quien lo necesite, cuando los medios y la oportunidad lo permitan, pero no contribuir para sostener la ociosidad y los vicios de quien sea;
tener consideración por el punto de vista ajeno, principalmente cuando se manifiesta con sinceridad;
no se ligan por el pensamiento a personas malvadas, perturbadas e inconvenientes;
combatir la maledicencia;
eliminar del hábito común la discusión acalorada;
conservar en plena forma la higiene mental y física;
ejercer el poder de la voluntad contra la irritación;
mantener el equilibrio de las emociones en el análisis de los hechos, para no afectar la serenidad necesaria;
adoptar, como norma disciplinaria, el hábito sano de tomar decisiones que se inspiren en el firme propósito de hacer el bien, actuando, para ello, con ponderación, moderación, serenidad y valor;
conducirse respetuosamente en el lenguaje y las actitudes;
no descuidar la pulidez y la puntualidad, por ser reflejos de la buena educación;
promover por todos los medios la longevidad, en atención al principio de que la salud del cuerpo depende del buen estado del alma;
cultivar permanentemente el buen humor, por medio del cual las células orgánicas reciben influencias saludables;
usar de comedimiento en el hablar, vestir, trabajar, dormir, alimentar y recrear;
dedicarse plenamente a la seguridad ya la estabilidad del hogar;
apurar al máximo el sentimiento fraternal de la amistad hacia las personas de bien, con la finalidad de intensificar la corriente armónica afín del planeta, en beneficio común.